Por José García Segura – En medio de la crisis por el desabasto de gasolina en el centro del país, la señora gobernadora de la Ciudad de México, Claudia Scheinbaum anunció una medida unilateral y autoritaria: que los automovilistas carguen gasolina o diésel una vez por semana, conforme al color del engomado asignado para circular.
Es decir, dada su incapacidad para resolver el problema recurrió al No Circula doble, o triple tal vez.
A partir de ahora, en la Ciudad de México no se venderá combustible en recipientes plásticos, vidrio, PET, bidones o garrafones.
Al menos ese fue el acuerdo entre autoridades y prestadores de ese servicio; es más, doña Claudia anticipo que habrá multa y prisión preventiva para los revendedores.
Como dice el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, el problema no es de pipas, sino de falta de combustible en su entidad.
El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, advirtió, por su parte, que el silencio federal ante el desabasto alimenta la zozobra.
Enseguida cuestionó la falta de respuesta por parte de Pemex y del presidente mismo.
El director de Pemex “ni siquiera responde una llamada o un oficio.
Exigimos saber con puntualidad y certeza los tiempos y esquemas que permitan normalizar el suministro de combustible”.
En ese marco de inconformidades, el presidente López Obrador ha pedido a sus seguidores no proteger, no “hacerle el juego” a los huachicoleros, aunque nunca, en ningún momento ha informado el alcance del problema.
Volviendo al tema de desabasto en la capital del país y si a usted le interesa, déjeme decirle que, si su engomado es azul, pase a cargar en lunes; si amarillo, los martes; ¿rosa?, en miércoles; rojo los jueves y si verde, únicamente en viernes.
Sábado y domingo cada quien su fiesta.
La “propuesta scheinbaum” ya fue retomada en Hidalgo donde surtirán gasolina según terminación de la placa de circulación.
Derivado de esta crisis, se antojan las renuncias de los titulares de Pemex y Energía ¿o no?