En su discurso, el perredista Silvano Aureoles afirmó que, en las condiciones actuales, la ruta que modernice humana y democráticamente al país, zanje las desigualdades sociales, y elimine los altos niveles de pobreza es, entre otras cosas, la puesta en marcha de una nueva política energética para México.
Explicó que, por ello, es urgente disminuir el desgaste, que se le ha infringido a Petróleos Mexicanos, al reducirlo únicamente en un proveedor de recursos, para el Gobierno de la República.
“La fórmula debe cambiar: más inversión y menos saqueo. Sólo así, lograremos que PEMEX sea una fuente de financiamiento e impulso, para el desarrollo nacional”, sostuvo.
Afirmó que es urgente darle viabilidad y sostenibilidad a PEMEX, como parte de una visión moderna del Estado mexicano, que se traduzca en la lucha por la ampliación de los derechos y libertades.