Luego del lamentable acontecimiento de Tepalcatepec, el enfrentamiento entre hermanos que dejó varios de ellos fallecidos, se vinieron las reacciones, las posturas, las declaraciones, pero fue la del gobernador Silvano Aureoles Conejo la que más controversia causó y es que, sin meditarlo, supongo, calificó al Abuelo como delincuente, constituyéndose así, nomás por los suyos, en el gran juez que sentencia…….Y esto no es de su competencia. Él no es quien para juzgar. Más allá de lo que el Abuelo pueda ser está la presunción de inocencia y esa se la pasó por el arco del triunfo el Gobernador. Un abogado calificó de graves las declaraciones del Gobernador, las considera lamentables, porque el Gobernador no es juez, el Gobernador no puede decir quien es delincuente, si él está seguro que alguien es delincuente que presente las denuncias y que se le inicie el debido proceso. Otro caso en el que Silvano Aureoles Conejo se proclamó como el gran juez es en La Huacana, donde el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta Saucedo, tuvo reuniones para buscar construir, en ese municipio, una agroindustria que aproveche la productividad de esa zona y generar empleos, algo que urge en Michoacán. Sin embargo, Silvano Aureoles Conejo salió a decir que el Subsecretario de Gobernación se reunía con delincuentes. También generalizó y se llevó entre las patas a integrantes de su gabinete y es que en la reunión donde se colocó la primera de esa agroindustria, había, además de cientos de habitantes de esa región, a los que no a todos se les puede definir como delincuentes, estaba los secretarios de Gobierno, de Agricultura y de Economía de la administración silvanista, Carlos Herrera Tello, Rubén Medina Niño y Jesús Melgoza Velázquez. Señor Gobernador, ¿son ellos delincuentes?
Oportunismo sindical
Los empleados del Hotel Virrey de Mendoza fueron víctimas de la injusticia y la avaricia del propietario, Ramón Toca, al despojarlos de sus propinas, y con su protesta se vino una serie de acciones represivas y el descobijo de una representación sindical favorable al patrón. Esta situación los llevó a intentar conformar un nuevo sindicato pues se sintieron traicionados por la CTM. Y los zopilotes comenzaron a volar en torno a los trabajadores y uno de ellos fue Rafael Alzate quien, pese a que desde hace ya cerca de dos años fue expulsado de la COR, se sigue ostentando como líder de esa agrupación. Y fue precisamente Juan Carlos Velasco, un cetemista de cepa, quien llegó a poner las cosas en su lugar y quedó fuera el oportunismo de Rafael Alzate y la nueva unión de trabajadores del Virrey de Mendoza va con la CTM.