Por Lucio Izquierdo
Se especula que Silvano Aureoles Conejo quiere prolongar su gobierno a través de su hermano Antonio García Conejo, y, de ser así, en qué sustenta esa intención si la administración silvanista es un desastre.
Impago a proveedores, empresas, maestros, Junta de Caminos, jineteo de dinero, la inseguridad campea a sus anchas por todo Michoacán, desempleo y otras linduras son las cartas de presentación de un gobernador que, no gratuitamente sino ganado a pulso, se ubica dentro de los peor evaluados del país.
Con esas pésimas recomendaciones de su hermano, qué puede esperar Antonio García Conejo si fuese candidato perredista al gobierno del estado. Una derrota anunciada.
Y si a los milagritos administrativos de Silvano se le agrega que a Antonio García Conejo se le recuerda más por el striptease que realizó en la Cámara de Diputados, que por su trabajo; pues le espera un desastre electoral total.
A eso hay que sumarle que quienes más hablan en el PRD son Juan Bernardo Corona Martínez y Antonio Soto Sánchez cuyos mensajes no abonan nada a favor del perredismo y su cadavérica, políticamente hablando, carta fuerte para el gobierno del estado, es decir el hermano de Silvano.
Con esos antecedentes Antonio García Conejo con justa razón le podría decir a Silvano Aureoles Conejo, ‘no me ayudes compadre’.
Con ello parece que Silvano Aureoles Conejo está fraguando un fratricidio político al querer que su consanguíneo Antonio sea el candidato del PRD al gobierno del estado. Lo está mandando al matadero político.