Paracho, es reconocido a nivel mundial por ser la cuna de la fabricación de guitarras, incluso esta localidad ha sido inspiración de diversas cintas animadas.
Michoacan puede resumirse fácilmente en una palabra: Magia. No solo por su gran belleza sino porque es el estado con más Pueblos Mágicos de todo México, 9 en total
- Angangueo.
- Cuitzeo.
- Pátzcuaro.
- Santa Clara de Cobre.
- Tacámbaro.
- Jiquilpan.
- Tlalpujahua.
- Tzintzuntzan
- Paracho.
En su haber tiene grandes costumbres y cultura, una deliciosa gastronomía y paisajes que a cualquiera enamoran, es por eso que aquí te damos a conocer un poco sobre cada uno de ellos.
PARACHO
Paracho, una pequeña ciudad ubicada en el estado de Michoacán a 100 km de Morelia, en sus calles puedes encontrar desde comida típica michoacana como las corundas (pequeños tamales), el pozole de maíz morado, las carnitas, o la atapakua (una mezcla de tomatillo, flor de calabaza y carne de cerdo).
Paracho cuenta con monumentos arquitectónicos como son: la Casa de la Cultura, templo de San Gerónimo en Aranza, templo de Santiago Apóstol de Nurio considerado como la Catedral del Arte Novohispano Purépecha, templo de San Miguel Pomacuaran.
Paracho, es reconocido a nivel mundial por ser la cuna de la fabricación de guitarras, incluso esta localidad ha sido inspiración de diversas cintas animadas.
ANGANGUEO
Mineral de Angangueo vivió de los ricos filones de oro y plata que guardaron sus montañas y actualmente su recurso más precioso es la mariposa Monarca que hace una increíble peregrinación hacia sus santuarios michoacanos.
Aproximadamente entre noviembre y marzo, millones de mariposas Monarca acuden fielmente a sus querencias en las montañas que rodean el Pueblo Mágico, donde son esperadas por cientos de turistas amantes del medio ambiente.
Estas bellas mariposas se vienen a México, huyendo de los crudos inviernos del norte, para lo cual realizan un largo viaje de 4.000 km. Muchos machos mueren en la travesía, pero las resistentes hembras fecundadas aguantan el recorrido de más de 300 km diarios para reproducirse y hacer el viaje de regreso cuando despunta la primavera.
CUITZEO
Si te preguntas por qué visitarlo, solo echa un vistazo… Cuitzeo puede presumir de tener uno de los lagos más asombrosos y bellos del mundo. Es otro de los pueblos mágicos de Michoacán, y se encuentra situado a orillas del lago homónimo. ¿Sabías que según cuenta la leyenda, se formó del llanto de la princesa Hapunda cuando perdió a su amado?
Cuitzeo del Porvenir tiene la ventaja turística de que se encuentra muy cerca de varias ciudades, ya que Morelia está a solo 35 km, Salamanca a 80 km y Celaya a 120 km.
Cuitzeo, uno de los Pueblos Mágicos de Michoacán, se caracteriza por su laguna, la cual se llama igual que el pueblo
Pero Cuitzeo, no sólo se caracteriza por su laguna; sino por sus textiles y para iniciar con tu travesía por este lugar, es necesario que recorras sus calles; admirar su arquitectura. Como por ejemplo, el Convento Agustino que es del siglo XVI o el Santuario de la Virgen de Guadalupe.
Ahora, cuando rasques de tu Rasca Mapa de Pueblos Mágicos a Cuitzeo, recuerda la visita que hiciste al conjunto Conventual de Santa María Magdalena; el cual fue construido por los frailes agustinos en el siglo XVI. Se le llama conjunto porque aglomera un atrio, la iglesia, el claustro y un museo; a un costado está la capilla del ex convento, y en ese claustro hay murales, pinturas y una biblioteca
PÁTZCUARO
Pátzcuaro Pueblo Mágico tiene un encanto sin igual, por algo los antiguos habitantes de Michoacán en tiempos de los reyes purépechas, lo eligieron para ser lugar de recreo de la nobleza indígena, y a su vez, lugar de adoración en sus “cues” (templos); decían que ahí estaba la puerta del cielo por donde descendían y subían los dioses, por tanto, era la entrada al paraíso, y no estaban lejos de la realidad, porque la ciudad y sus alrededores son sitios apacibles y hermosos, bien podemos decir que esta región es el Edén Michoacano.
En el año de 1540, Don Vasco de Quiroga trasladó de Tzintzuntzan a Pátzcuaro Pueblo Mágico el Obispado de Michoacán, otorgándole a la ciudad la categoría de capital de Michoacán. Pátzcuaro Pueblo Mágico es una verdadera joya de la arquitectura colonial donde se pueden apreciar monumentos religiosos de estilo barroco y neoclásico en excelente estado de conservación.
Edificios de adobe y teja le dan un singular aspecto, en armonía con plazas y fuentes. El trato siempre amable de su gente se conjuga en una atmósfera de encanto que invita a volver una y otra vez.
La producción de artesanía consiste en trabajos de madera, hierro forjado, cobre, hojalata, alfarería y textiles.
Además de la fabricación de muebles coloniales de madera, industria textil, productos de corcho, mantas, artesanías de madera como bateas, máscaras y juguetes; alhajeros, herrería artística, joyería artística, figuras religiosas y papel picado.
Esta región, cuenta con dos zonas arqueológicas (Ihuatzio y Tzintzuntzan).
SANTA CLARA DEL COBRE
El gran benefactor del Michoacán colonial en su primera etapa, el obispo Vasco de Quiroga, impulsó el desarrollo del trabajo del cobre en Santa Clara y la actividad ha llegado hasta nuestros días como principal sustento económico y atractivo turístico.
Santa Clara del Cobre se encuentra a 19 km de Pátzcuaro, a 70 de Uruapan y a 71 de Morelia, disfrutando de un clima fresco y templado a más de 2.200 metros sobre el nivel del mar.
El bonito kiosco de la Plaza Central es un homenaje al metal que da nombre y vida al pueblo, con su techo de cobre y un enorme cazo de adorno fabricado en este material. El zócalo está rodeado por casonas típicas y tiendas de artículos de cobre.
En casi todas las calles del pueblo hay talleres en los que los artífices metalúrgicos siguen martillando el cobre como en los viejos tiempos, convirtiéndolo en artículos para la cocina, el jardín, la ornamentación y el atuendo personal, que puedes adquirir en Santa Clara a precios muy convenientes.
En el Museo Nacional del Cobre se exhiben bellas piezas elaboradas en este metal a lo largo del tiempo y los artesanos muestran su dominio de las ancestrales prácticas.
TACAMBARO
Tacámbaro es uno de los Pueblos mágicos de Michoacán, ideales para visitar en otoño, en especial en cuando todo el pueblo se viste de fiesta con el Festival de Día de Muertos, el 1 y 2 de noviembre, con las Fiestas de San Martín de Porres el 3, el Aniversario del Inicio de la Revolución Mexicana el 20 y el Aniversario del Nombramiento de Tacámbaro como Pueblo Mágico y la selección de la Reina el 21.
Este pueblo de Michoacán, ubicado a 80 kilómetros de Morelia, tiene la peculiaridad de contar con varias alturas y temperaturas simultáneamente. Predomina el clima frío en el norte, templado en el centro y cálido al sur. Ya en la carretera desde Morelia y en el ingreso al pueblo deslumbran los bosques de encinas y las grandísimas huertas de aguacates. El sur está poblado de cañaverales, campos de zarzamoras y el paisaje de selva seca, típico de la Tierra Caliente.
Parte de su magia radica en que combina bellezas naturales con edificios históricos y una cultura con identidad propia, tan bien retratados por los poetas José Rubén Romero y Juan de Dios Peza
JIQUILPAN
Esta pequeña ciudad michoacana situada en la Ciénaga del Lago de Chapala, con el Cerro de San Francisco como vigilante natural, fue incorporada al sistema de Pueblos Mágicos en razón de su patrimonio arquitectónico e histórico y de la belleza de sus paisajes.
El jiquilpense más notable es Lázaro Cárdenas y a su pueblo natal iba el presidente a descansar cada vez que la agitada vida política se lo permitía.
Como uno de los principales testimonios del vínculo de Lázaro Cárdenas con Jiquilpan de Juárez quedó la llamada Casita de Piedra, su refugio para el reposo en los años 1930. Es un rústico inmueble construido en piedra, con amplios corredores, el cual fue abierto al público por el mismo Cárdenas.
TLALPUJAHUA
Tlalpujahua es la cuna del Insurgente Ignacio López Rayón y sus hermanos, patriotas que tuvieron una decisiva participación en el movimiento independentista. En virtud de su historia, de su belleza arquitectónica y de su pasado minero, Tlalpujahua fue incorporado en 2005 al sistema de Pueblos Mágicos mexicanos.
Destacan los artesanos y artistas de esta tierra pródiga en talento y manos creativas y educadas. En la Estanzuela se pueden ver excelentes ejemplos de trabajos de cerámica con originales acabados; en la Casa de Santa Claus se exhibe la especialidad de la región, que son las esferas de navidad con todos los diseños imaginables.
Esta tradición local viene de lejos y su conocida calidad hace que tenga demanda en todo el mundo.
La mina de oro Las Dos Estrellas, descubierta a finales del siglo XIX, fue la más importante del mundo entre 1908 y 1913 y con su explotación, Tlalpujahua vio la cara de la riqueza y el progreso, y también la de la adversidad.
El aprovechamiento de Las Dos Estrellas, petulante nombre referido a su propietario francés y a su mujer, llevó la energía eléctrica y el teléfono a Tlalpujahua y también fue la tumba de una gran cantidad de sus habitantes, que según la leyenda morían en los profundos y peligrosos socavones a razón de uno por día.
TZINTZUNZAN
Situado a orillas del Lago de Pátzcuaro, el Pueblo Mágico michoacano de Tzintzuntzan es referencia turística por su zona arqueológica y por la belleza arquitectónica de sus edificaciones religiosas.
El sitio arqueológico de Tzintzuntzan se encuentra cerca de la entrada del pueblo en la vía hacia Pátzcuaro y sobresale por 5 pirámides redondeadas llamadas Las Yacatas, emplazadas sobre grandes plataformas. En este lugar estuvo la capital purépecha, siendo el principal centro religioso, político y económico de la zona.
El Convento Franciscano, gran atractivo arquitectónico de Tzintzuntzan, es un vasto conjunto religioso que incluye el Jardín Atrial, el Templo de San Francisco, el Convento de Santa Ana, el Templo de la Soledad y el antiguo Hospital de indios y su capilla aislada.
El amplio y ajardinado atrio cuenta con 3 accesos y en su barda son visibles las lajas extraídas para su construcción del sitio prehispánico de Las Yacatas. Todavía en el jardín atrial están unos olivos que, según la tradición, fueron plantados por el primer obispo de Michoacán, Vasco de Quiroga.