Jaime Márquez
Morelia; Michoacán.- Con cinco eventos delictivos macro en un mes, Morelia ya supera a otras ciudades que en momentos pasados fueron el epicentro de la violencia en Michoacán, como son los casos de Apatzingán y Uruapan.
Quemaron tres bares en Altozano, atacaron a balazos a cinco personas en una plaza comercial, asesinaron a dos policías ministeriales cuando se realizaba un operativo en la colonia Misión Del Valle, quemaron seis vehículos con gasolina en un estacionamiento de la colonia Juana Pavón y ayer mataron balazos a dos empresarios en la colonia Chapultepec.
A pesar de los hechos el Presidente Municipal de Morelia, Alfonso Martínez por medio de sus empleados, el secretario municipal y el Comisionado de Seguridad Municipal señalan que no conocen el contenido de la propuesta de coordinación para la seguridad pública en la capital michoacana, expresada por el Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y ampliada por el Secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, así como por el Secretario de Seguridad Pública, José Alfredo Ortega Reyes.
Alfonso Martínez, da un paso para adelante y dos para atrás, en un momento expresa que se encuentra abierto a la coordinación y después manda mensajes cruzados maquillados de presunto desconocimiento, de los detalles para la coordinación del estado y el municipio en materia de seguridad.
El mandatario estatal ha señalado que no se trata de un mecanismo de Mando Único ni de Mando Unificado, por medio de los cuales se despojada a los gobiernos municipales de los recursos para la seguridad.
Ante la quema inusitada de los tres bares el pasado 11 de marzo, ha dicho en distintas ocasiones que es necesario y urgente que la Policía Auxiliar brinde protección en los negocios de giros rojos de alto impacto y los giros negros, por ser focos generadores de inseguridad.
Ortega Reyes explica que en el acuerdo de coordinación propuesto, el municipio seguiría ejerciendo su presupuesto, mantiene sus obligaciones constitucionales en materia de seguridad pública, en tanto que el Secretario de Seguridad Pública, interviene conjuntamente con el municipio en la designación del Director de la Policía Municipal.
Y ahí es donde se hace nudo el posible acuerdo, porque Alfonso Martínez no está dispuesto a sacrificar a Alejandro González Cussi en aras de un convenio fructífero con la administración estatal y con la Federación, ya que la Guardia Nacional se sumaría a la estrategia de seguridad en Morelia.
Ante los hechos, el Presidente Municipal tiene que optar entre una decisión estratégica de Estado o la inercia delictiva que crece y que lo asfixia, entre la responsabilidad y la omisión, la disyuntiva para Martínez Alcázar es si prefiere al amigo o que la ciudad se le vaya de las manos, dada la contumacia de no rectificar ante los balazos, la muerte y la lumbre que se propagan por la ciudad.