En el hipódromo político, y sin que la caballada esté flaca, hay un cuaco de color azabache, negro como la noche, brioso como como el oleaje marino que no cesa en su poder; ese equino es noble y equilibrado y su galope nadie puede frenar.Ese corcel proviene del trópico, de tierras sureñas, de la misma cuadra de la que surgió el potro que arrasó en el hipódromo político del 2018. Es de pura sangre, pues.Y no, no es el Caballo del Diablo, pero su presencia causará un terremoto y un gran temor entre morenistas y su relincho asombrará a los vecinos de enfrente.Dice la profecía que muy cerca del 2024 aparecerá ese azabache causando gran temor y un terremoto entre morenos y gran asombro entre los vecinos de enfrente. La profecía también afirma que el caballo negro vendrá de un rancho pero muy, muy, muy lejos, como de aquí a la ….gada.Esa profecía también afirma que ni el de las Américas ni el Ascot ni el Keeneland han visto un cuaco más veloz y que pase lo que pase, el caballo negro llegará a la victoria en el 2024.Será?