Por Pánfilo Naranjo
No, no se confunda, no es el proceso electoral a lo que me refiero, es a la elección de los delitos y los delincuentes que Alfonso Martínez Alcázar decide combatir y de esa manera proteger a los morelianos, “no permitiré abusos de la Guardia Civil”, es su bravata, pero ¿y de los otros, incluidos su propia policía y algunos de sus funcionarios, de esos quién protege a los habitantes de la capital michoacana?
Alfonso Martínez Alcázar alzó la voz en defensa de los ciudadanos que han sido víctimas de la Guardia Civil que, dicho sea de paso, es una corporación que en varias ocasiones ha actuado con violencia en contra de habitantes de Morelia, en este caso, aunque no se ha documentado lo que han hecho en otras regiones del estado.
Hace bien Alfonso Martínez Alcázar, es su obligación velar, en todos los sentidos, por el bienestar de sus gobernados, pero debe hacerlo con todo y contra todos, no debe ser selectivo.
Y es que la Policía Morelia, que tampoco es una perita en dulce, va con todo contra delincuentes del fuero común, raterillos de poca monta, asaltantes de tiendas de convivencia, robo a transeúntes. Sin embargo, a los delitos de alto impacto no les hace frente y se escuda en que son competencia de otros niveles de gobierno, estatal y federal.
Ya quisiera yo oírlo decir algo así como, “no permitiré abusos de la delincuencia organizada, de los secuestradores, de los narcomenudistas, de los asaltantes a mano armada, del robo de autos con violencia”, no, eso no lo va a decir porque va a recurrir a su cantaleta de que son competencia del estado y la federación.
No obstante, en estos casos puede y debe fortalecer la prevención como vía esencial para inhibir esos delitos, pero la Policía Morelia está más enfocada en levantar infracciones que prevenir delitos.
Fíjese que, en materia preventiva, Alfonso Martínez Alcázar podría prevenir que los conductores se estacionen en lugares prohibidos mandando a un elemento para que informe a los automovilistas en qué sitios no se pueden estacionar.
Hace todo lo contrario, deja que se llenen de autos las calles con prohibición para estacionarse y cuando ya es así, por una extraña coincidencia, se aparecen los policías de Morelia y se dan un banquete con infracciones; hay que reconocerle a Alfonso Martínez Alcázar que esta estrategia le ha dejado buenos ingresos.
Y hablando de sus funcionarios, qué le parecen, gentil lector, los abusos de la Dirección de Mercados, de Inspección y Vigilancia y de Protección Civil que son buenos para extorsionar valiéndose del cargo que ostentan.
De esos, quién nos protege Alfonso Martínez Alcázar.