Por Pánfilo Naranjo
Y los ataques en contra de Guillermo Valencia Reyes, dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), dejan al descubierto al principal promotor, un mercenario de la política llamado Alfonso Martínez Alcázar.
Para nadie es un secreto que Alfonso Martínez Alcázar tiene como uno de sus máximos objetivos la gubernatura de Michoacán. Hacia allá está trabajando, aunque lo niegue, desde ahora, y sus misiles van dirigidos en contra de quienes, según su apreciación, estorban a su proyecto y uno de ellos es, precisamente, Memo Valencia.
Martínez Alcázar afirma que no va a trabajar con el PRI de los Valencia –en alusión a Memo y su hermano René- ni ahora ni en el 2027 (su mente lo traiciona y ya habla del 2027) “nosotros no quisimos ir con ellos, porque no estamos de acuerdo con mercenarios de la política”.
Eso dijo Alfonso y seguramente no termina, todavía, de limpiarse la sangre por la mordidota de lengua que se dio y es que si hay un mercenario de la política ese es, precisamente, Alfonso Martínez Alcázar.
Su carrera ha sido un viaje por la conveniencia, por desligarse de quienes, en principio, lo arroparon y lo llevaron a sus primeros cargos de elección popular; luego, cuando no le dieron la candidatura a la alcaldía moreliana, los traicionó y aseguró que era mejor sin partidos.
Pasada su euforia independentista, por conveniencia, nuevamente se abrazó de los partidos, PAN y PRD, a los que se les vendió como candidato para conseguir la presidencia municipal de Morelia, y desde ahí, con los reflectores que representa la capital michoacana, tratar de llegar a la gubernatura.
Pero, hay un pero, Alfonso Martínez Alcázar sabe perfectamente que con el PAN y lo que queda del PRD no le alcanza; necesita, forzosamente, al PRI, de ahí sus ataques contra Memo Valencia.
“Ni ahora ni en 2027 vamos a construir con el PRI de los Valencia, pero sí con los priistas, como lo hemos venido haciendo”, afirma Martínez Alcázar, y ¿cuáles son los priistas con los que ha estado trabajando? ¿Con Daniela de los Santos Torres para que, la actual diputada, llegue a la dirigencia del tricolor?, y con personajes que no representan nada ni a nadie como Wilfrido Lázaro Medina y Mario Magaña Juárez.
Esos personajes, “renombrados priistas” como les llaman sus aduladores, el pasado dos de junio se fueron a trabajar al establo de Alfonso Martínez Alcázar, ¿y dónde quedó su convicción partidista?
Quién lo dijera, aquel personaje, Alfonso Martínez Alcázar, que un día renegó de los partidos, ahora está trabajando con todo para, desde bambalinas, hacerse del PRI y poder cumplir su sueño de gobernar Michoacán.
Es, pues, un mercenario que se vende, como candidato a los partidos políticos, pero, siempre el pero, el PRI, de Memo Valencia, no lo compra.