Por Juan Pérez Medina
El 3 de abril, Yuval Abraham, periodista de investigación, director de cine y traductor árabe-hebreo israelí, escribió un artículo para +972 magazine, una revista política de izquierda israelí, en donde denunció el uso de la inteligencia artificial (IA) en la guerra contra el pueblo palestino en Gaza.
Yuval Abraham menciona la existencia de un programa denominado “Lavender”, cuyo propósito es el uso de la IA para marcar a todos los sospechosos de ser activistas de Hamás y de la Yihad Islámica en Palestina, incluidos los de bajo rango, como posibles objetivos de bombardeo.
Menciona que seis oficiales de inteligencia israelíes, que han participado de forma directa en Gaza, han afirmado que han utilizado la IA para ubicar objetivos de asesinato. Afirma que el programa de “Lavender” ha desempeñado un papel central en el bombardeo sin precedentes de palestinos, especialmente durante las primeras etapas de la guerra.
Según este periodista, el ejército israelí, dependió por completo del programa “Lavender” durante las primeras semanas de la guerra, registrando a más de 37.000 palestinos como presuntos militantes, incluyendo sus hogares, como posibles blancos de ataques aéreos.
La sangrienta masacre genocida desarrollada por Israel contra el pueblo palestino en gaza y Cisjordania se inscribe ahora en los anales de la historia como el día en que un pueblo fue asesinado sin piedad, impunemente, ante los ojos de todo el mundo, sin que ningún gobierno occidental (incluido el nuestro), condenara tal hecho. Es el momento en que, además, la barbarie cruenta de los sionistas se perpetra con el uso de los más sofisticados elementos tecnológicos que permiten asesinar de forma selectiva, como ocurre con el programa “Lavender” ya mencionado.
Es por ello que los estudiantes estadounidenses han condenado con mayor fuerza las acciones del gobierno y el ejército israelí. Allí, hace apenas unos cuentos meses se ha levantado una ola de opinión y lucha en contra del lo que ocurre en Gaza y condenando por igual, tanto a Israel como a su propio país. Han creado un movimiento que a la voz de “#NoTechForApartheid”, han convocado a todos los estudiantes de las diversas universidades de Estados Unidos a negarse a emplearse en las empresas que colaboran con Israel en sus objetivos militares genocidas.
Al grito de “No hay tecnología para el apartheid”, que es su traducción al español, han denunciado a la trisecta estadounidense de Google, Amazon y Microsoft como las empresas que colaboran con los asesinos sionistas para matar palestinos, sin importar que sean hombres o mujeres, jóvenes o ancianos y mujeres o niños. Este movimiento estudiantil estadounidense afirma que “La tecnología debe utilizarse para unir a la gente, no para permitir el apartheid, la limpieza étnica y el colonialismo de colonos”.
Igual que aconteció en la segunda guerra mundial cuando IBM puso al servicio de los nazis su tecnología, contribuyendo a que “… las cifras del Holocausto alcanzaran niveles verdaderamente fantásticos”; hoy las más poderosas empresas estadounidenses, cuyos dueños figuran entre los 10 ricos más ricos del mundo, contribuyen de ideal forma a la masacre de palestinos a manos de judíos; precisamente, las víctimas del holocausto nazi, que IBM ayudó a registrar en aquel entonces.
En la ciudad de San Francisco, California, El día 7 de agosto, en el marco de la reunión de la conferencia conocida como Google Cloud Next, trabajadoras de las tres grandes empresas aquí mencionadas, denunciaron en una manifestación, la existencia de un contrato entre Google, Amazon, Microfoft y el Ejército israelí por 1,200 millones de dólares para facilitar el uso de la nube de Amazon con objetivos militares, mediante el uso de IA. Textualmente, una de las manifestantes mencionó:
“Estamos aquí en representación de la campaña ‘No a la tecnología para el apartheid’. Somos una coalición de trabajadores de Google y miembros de la comunidad que se han unido para enviar a la empresa el firme mensaje de que los trabajadores de Google se niegan a permitir que su trabajo se utilice para alimentar la violencia del apartheid [israelí] contra el pueblo palestino”.
Estamos ante un escenario mundial en donde las grandes corporaciones de la informática, más allá de los propios gobiernos se están aliando con los militares para imponer su idea de organización del mundo, siendo capaces de alimentar la segregación, el odio, el apartheid, el racismo y el clasismo como elementos esenciales de su supremacía, igual que se hizo en Alemania en los tiempos de Hitler.
El papel de estas grandes corporaciones y otras como X antes Twitter, Facebook y WhatsApp en estos momentos está socavando los límites de la sociedad, al tratar de convertirse en las decididoras de los acontecimientos en el mundo. Los fakes news no son casuales. Provienen de una matriz informática que las impulsa tratando de convertirlas en verdades mediáticas, que se incuben en una sociedad adormilada, embotada, zombi.
El papel de estas enormes plataformas es la de generar mentiras que justifiquen acciones que les interesan llevar a cabo o que se materialicen. Así fue como engañaron al mundo para justificar la incursión militar en Irán, en Siria, en Libia y en la guerra de los Balcanes. Guerras que costaron muchas vidas humanas y destrucción de pueblos enteros.
No importa que décadas más tarde se sepa la verdad, al fin y al cabo el hecho está consumado. Pero está visto que no sólo se trata de atentar contra la verdad para contener el avance del progresismo o el socialismo, sino que, además, están conscientes de que eso no basta, como bien lo demuestran en Gaza y su colaboración con el ejército y gobierno israelí.
Se trata pues, de un paquete muy sofisticado y mortal, en donde no sólo es engañar, generar desinformación y manipular la opinión pública, sino que también de poner a disposición de los suyos (léase gobiernos de derecha y ultraderecha), los recursos tecnológicos, científicos e informáticos para fortalecer la acción fulminante y certera de sus ejércitos como ocurre hoy en Gaza.