· María Vaca Ramírez, participa en la Operación Chapultepec en Mexicali, Baja California.
Ante el panorama del COVID-19 en México, lo único que miran los pacientes de quienes les atienden en los hospitales son los ojos y es por el único rasgo que les reconocen, sin embargo, al irse dados de alta por mejoría no dejan de agradecer al personal de salud lo que hizo por ellos.
“Como enfermera no puedo hacer otra cosa más que emocionarme, porque ayudé a salvar una vida”, expresó la enfermera michoacana de 30 años de edad, María Vaca Ramírez, que participa en la Operación Chapultepec del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), convocada por su Director General, Maestro Zoé Robledo Aburto, para reforzar la atención en Baja California y el Valle de México.
Proveniente de una familia humilde y trabajadora del campo de la comunidad de Patuán, del municipio de Ziracuaretiro, es la mayor de su familia y a quien le representó mucho esfuerzo el salir de su tierra para estudiar en la Escuela de Enfermería de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en Morelia.
Después de concursar por un puesto tras la apertura de la bolsa de trabajo hace dos años, María se insertó laboralmente como enfermera en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 8 y después en el Hospital General Regional (HGR) No. 1 “Morelia Charo”, por lo que sus ansias de continuar con su vocación de servicio la llevaron a enlistarse dentro de la convocatoria de la Operación Chapultepec.
“Yo quería ir a ayudar; me tocó la ciudad de Mexicali. A la salida de Michoacán, la Titular del Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada del IMSS, Mtra. María Luisa Rodea Pimentel, nos emitió un mensaje de aliento, nos invitó a trabajar mucho y a poner en alto el nombre de nuestro estado”, expresó.
Indicó sentir una enorme satisfacción al trabajar para que los pacientes salgan adelante y sean dados de alta. “Salvar una vida es algo que se te queda marcado” y agregó que la en la profesión de enfermera no se necesita mayor remuneración que el agradecimiento de un paciente cuando les dicen adiós.
“Un paciente hospitalizado no sabe si es de noche o si es de día y me ha tocado prestarles el teléfono para que puedan conversar con su familia y que sepan de ellos. Un paciente no halla cómo pagar tu desempeño”, aseguró Vaca Ramírez.
Como paciente que superó el COVID-19 y ahora que combate en Mexicali la misma enfermedad que la postró al inicio de la emergencia sanitaria, la enfermera llamó a la sociedad michoacana a no bajar la guardia y continuar con las medidas preventivas.
Indicó que mucha gente aún no se concientiza de la gravedad de la pandemia y ello es una contribución a que los contagios suban.
“Es muy triste y muy cansada la jornada laboral, sobre todo lejos de tu estado y de tu familia, pero lo hacemos con gusto y orgullo para ayudar a otra entidad del país, porque además no sabemos si nosotros lo vamos a ocupar en otro momento”, enfatizó.
Agradeció al IMSS por ser el instrumento por medio del cual cumple a cabalidad su vocación de servicio, así como las muestras de apoyo que recibe de su familia y de los miembros de su comunidad.
De igual forma manifestó que desea que los michoacanos “ya le paren y dejen de salir” para que los contagios disminuyan.
Finalmente, Vaca Ramírez adelantó que al regresar de Mexicali irá por media cabeza de puerco que un paciente le ofreció en agradecimiento, después de ser atendido en los primeros meses de la emergencia sanitaria en el HGZ No. 8 en Uruapan, Michoacán, donde comenzó su labor contra el coronavirus.