La RedCoFem Movimiento Feminista Michoacán A.C.
Jueves 20 de julio a las 11:00hr en la Cafetería de la Casa de la Cultura.
INTEGRANTAS
Mónica Ríos Ortega
Es Licenciada en Derecho y Maestra en Administración de Empresas, actualmente estudia la Licenciatura en Psicología, en 2017 formó parte del Cuerpo Diplomático de Derechos Humanos Internacionales. Activista feminista, es defensora por la legalización del aborto y educación sexual en México.
Fernanda Zavala Aguirre
Es Licenciada en Derecho y Maestra en Gestión Pública Aplicada, fue catedrática de la materia de Derecho Migratorio. Activista feminista, defensora de los migrantes, por la educación laica en infancias y por los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres.
Paola Mejía Garnica
Es Licenciada en Mercadotecnia con especialidad en investigación de mercados y Maestra en Administración de Negocios, activista feminista, defensora de los Derechos de las Madres Autónomas y sus infancias. Formó parte en la organización del Primer Congreso Nacional por los Derechos de las Mujeres, Infancias y Adolescencias contra las Violencias Alimentarias.
Marisa Jaimes Arteaga
Es Licenciada en Derecho, activista feminista e integrante de la Red Colectivas Feministas Michoacán desde 2021, como integrante ha aplicado la abogacía dando acompañamiento a víctimas indirectas de feminicidio y violencia de género.
Verónica Loaiza Servín
Es Licenciada en Arquitectura, Licenciada en Gestión Cultural, estudiante de la licenciatura en Derecho y Ciencias Sociales. Desde 2010 dirige la organización civil Contenedor de Arte, se ha especializado en la revitalización del espacio público y el territorio, siempre enfocada desde el arte, la educación, la cultura y el feminismo.
Pilar Lara Alfaro
Es Licenciada en Administración de Empresas, tiene Diplomado en Formación de Capacitadoras en Derechos Humanos de las Mujeres. Activista feminista, integrante de la Red Colectivas Feministas Michoacán desde 2021, integrante de Deudores Alimentarios Michoacán, defensora de los derechos de las madres autónomas, niños, niñas y adolescentes. Formó parte en la organización del Primer Congreso Nacional por los Derechos de las Mujeres, Infancias y Adolescencias contra las Violencias Alimentarias.
REDCOFEM MOVIMIENTO FEMINISTA MICHOACÁN A.C.
En RedCoFem resistimos y existimos mujeres activistas organizadas, que de manera colectiva formamos parte del Movimiento Feminista en Michoacán.
Nuestro posicionamiento se fundamenta en la liberación, la igualdad de condiciones,
la seguridad personal, la libertad de manifestación y expresión, la equidad de género y la emancipación de las niñas, jóvenes y mujeres.
¡Alzamos la voz, porque el patriarcado nos ha maltratado, asesinado y discriminado!
Desde 2020 abogamos por los derechos humanos: educación, salud, derechos sexuales y derechos reproductivos, trabajo, participación política y pública, desarrollo social y una vida libre de violencia.
Como activistas buscamos dignificar la vida de las infancias y las mujeres michoacanas. Brindamos acompañamiento a las víctimas de violencia: económica, psicológica, emocional, física, sexual; así como la política, institucional, estructural y sistemática.
Les recordamos constantemente a las instituciones, los gobiernos, los encargados de la toma de decisiones y de impartir justicia que existen derechos humanos, el debido proceso y la perspectiva de género.
Accionamos de manera transversal con diferentes activistas, colectivas, defensoras de derechos humanos y sociedad civil. Partimos desde el humanismo, la empatía y el conocimiento de la realidad que atravesamos las mujeres en Michoacán, uno de los estados más violentos, inseguros y con alerta de violencia de género, un estado Feminicida.
¡El sistema machista, violento y patriarcal será derrocado!
En la RedCoFem damos acompañamiento a víctimas indirectas de feminicidio y violencia de género, las víctimas que se han acercado a nosotras han sufrido violencia institucional y revictimización por parte de las instituciones, esto es sumamente preocupante porque las instituciones y autoridades no están haciendo su trabajo, en las fiscalías especializadas no les entregan las carpetas de investigación y no se les asignan asesores victímales cuando es su derecho.
Tenemos registrados 30 casos de acompañamiento mensuales, cifra muy preocupante (las mujeres que se acercan a nosotras, han ido anteriormente a las instituciones y no les hacen caso, por eso acuden a las colectivas), han sido revictimizadas en varios momentos del proceso de justicia, que va desde la visita o encuentro con la policía por motivo de la agresión sufrida y a lo largo de la interacción con los servidores públicos, durante el procedimiento legal, esto les genera miedo, enojo, desesperación y desmotivación.
La violencia institucional agrava los impactos emocionales en las víctimas directas e indirectas. Esto se debe a la falta de sensibilidad y preparación de las autoridades durante los procedimientos de búsqueda de justicia.
Algunas instituciones que no están accionando de manera adecuada.
a. Congreso de Estado de Michoacán
b. Centro de Justicia Integral para las Mujeres (CJIM)
c. Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV)
d. Seguridad Pública tanto del Estado como del Municipio
e. Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres (SEIMUJER)
f. Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH)
g. Poder Judicial del Estado
h. DIF Estatal y Municipal
i. Fiscalía General de Michoacán
j. Defensoría de Oficio
¡Exigimos a las autoridades, al poder judicial y a las fiscalías
que se investigue y se juzguen los casos con perspectiva de género!
DEUDORES ALIMENTARIOS Y VIOLENCIA VICARIA
Como Red también hemos trabajado arduamente en visibilizar un tipo de violencia de la cual casi no se hablaba porque lleva décadas normalizada, “apapachada” y a veces hasta admirada, la violencia económica, que es aquella que no puedes llegar a denunciar a una fiscalía, a una defensoría de oficio, a un juzgado sin ser revictimizada.
Este tipo de violencia es ejercida principalmente por los hombres, padres ausentes, deudores alimentarios que son omisos en cumplir con lo mínimo indispensable para el desarrollo óptimo de las infancias que dejaron no sólo en el abandono económico sino también en el emocional.
Sumado a esto trabajamos también en visibilizar la violencia institucional ejercida por los tres niveles de poder al no resolver con debida diligencia, perspectiva de género y derechos humanos de las mujeres, así como, emitir resoluciones injustas que están lejanas de proteger el interés superior de la niñez.
A raíz de esto, hemos dado acompañamiento a mujeres que se reconocen como víctimas de violencia económica, patrimonial e institucional generando redes de apoyo legal, psicológico, emocional y laboral.
A dos años desde el primer tendedero se ha conformado una base de datos de un poco más 1200 denuncias de mujeres que han tomado el valor y han decidido dejar de callar y normalizar este tipo de violencia de la que somos sujetas las madres autónomas, de las cuales aproximadamente se ha logrado que un 10% de padres ausentes se regularicen en sus aportaciones económicas para con sus infancias.
En un estado en donde tenemos 402,000 madres autónomas reconocemos que tenemos un arduo trabajo por realizar y el día de hoy con la conformación de esta asociación estamos confiadas en que lograremos nuestros objetivos para garantizar que mujeres, niñas, niños y adolescentes tengan un proceso legal justo y acceso a una pensión alimenticia justa y real.
Abordar dos formas de violencia que, lamentablemente, afectan profundamente a nuestra sociedad: la violencia económica y la violencia vicaria.
En primer lugar, la violencia económica es una realidad que puede pasar desapercibida, pero que deja cicatrices invisibles en quienes la padecen. Esta forma de violencia implica el control, manipulación o restricción del acceso a recursos económicos, limitando así la autonomía y la libertad de una mujer. Puede manifestarse de diversas maneras, como la prohibición de trabajar, la retención de ingresos o la imposición de deudas abusivas. La violencia económica socava la dignidad humana y perpetúa desigualdades sociales, afectando especialmente a mujeres y niños en situaciones de vulnerabilidad. Es crucial que se concientice, se informe, y se acompañe y se trabaje sobre ellas.
En segundo lugar, la violencia vicaria es un concepto más reciente que se refiere al daño emocional infligido a una persona a través del maltrato o la violencia hacia alguien cercano a ella. Por ejemplo, los hijos pueden ser víctimas de violencia vicaria cuando presencian el maltrato hacia su madre. Aunque no sean directamente agredidos, sufren las consecuencias emocionales y psicológicas de la violencia vivida en su entorno cercano. Esta forma de violencia afecta profundamente el desarrollo emocional y el bienestar de quienes la padecen. Uno de los objetivos de la asociación será proteger y acompañar a las más vulnerables.
Para enfrentar estas problemáticas, trabajaremos en conjunto y tendremos la oportunidad de ser agentes de cambio en nuestros entornos promoviendo la concientización y el respeto a los derechos humanos de las mujeres y de las infancias.
En conclusión, la violencia económica y la violencia vicaria son dos caras de una misma moneda que debemos abordar con determinación y compasión. Erradicar estas formas de violencia requiere un esfuerzo colectivo y sostenido para construir una sociedad más justa, equitativa y solidaria. Juntas podemos crear las condiciones en el que las mujeres y nuestras infancias vivamos libres de violencia y tengamos la oportunidad de desarrollarnos plenamente.