José García Segura
Más allá de memes, amuletos protectores o de actitudes jocosas, la salud del presidente de México es asunto de seguridad nacional y cosa de interés público, de cara a los comicios del 6 de junio, la crisis económica que estamos viviendo y, por la pandemia, que parece no tener fin.
De ahí la solidaridad expresada por los expresidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón; por secretarios de Estado, gobernadores (leales y contrarios), legisladores, candidatos a cargos de elección popular y simpatizantes del proyecto cuatrero.
Ciertamente Andrés Manuel López Obrador nunca atendió las recomendaciones mínimas de la Organización Mundial de la Salud (uso de cubre bocas, lavado constante de manos y, sana distancia).
A diez meses de iniciada la pandemia, de nada le sirvió el “detente enemigo, que el Corazón de Jesús está conmigo”, ni el trébol y mucho menos el billete de dos dólares que dice guardar en su cartera.
El coro opositor a la 4T reconoce al mandatario su “primer resultado positivo” y hasta alzó la voz: Seguro Social al presidente, “pa que vea lo que se siente”.
A partir de hoy, el mandatario está convertido en estadística.
Obrador es parte del millón 763 mil 219 contagiados, y si por su edad (67 años) la hipertensión que padece o por el infarto que sufrió hace ocho años, no vence al virus SARS-CoV-2, será estadística para siempre.
El reporte refiere “síntomas leves” del padecimiento.
Como comandante supremo de las fuerzas armadas debería estar bajo tratamiento médico en un hospital militar.
Según se informa, es atendido en su casa por especialistas.
Contrarios al régimen advierten que más allá del contagio, el anuncio es, en realidad, un distractor.
En tanto se recupera el presidente, Olga Sánchez Cordero (secretaria de Gobernación, Ministra en retiro y senadora con licencia al mismo tiempo) lo representará en las conferencias “mañaneras”, al menos durante las próximas dos semanas.
Doña Olga no tendrá otra responsabilidad que la de encargada de la política interior del país.
La política exterior seguirá en manos del canciller Marcelo Ebrard.
Conforme a la agenda, el presidente Obrador hablará telefónicamente esta mañana de lunes con el presidente de Rusia, Vladimir Putin: “independientemente de las relaciones de amistad, existe la posibilidad de que nos envíen la vacuna Sputnik V”.
El viernes de la semana anterior habló con el mandatario estadounidense, Joe Biden.
El proyecto 4T depende del voto popular el domingo 6 de junio, día en que se habrá de renovar la Cámara de Diputados, elegir 15 gobernadores, presidencias municipales, alcaldías, regidurías…. en los 32 estados del país.
Más de 92 millones de votantes.
21 mil cargos “y la cuarta transformación” en disputa.
“Cierren las puertas, señores…”
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