* Se manifiesta en una gran desconfianza, irritabilidad, ansiedad, depresión, frustración, desconcierto, enojo y miedo al contagio, sostiene el médico mexicano
Morelia, Michoacán, México, 17 de febrero de 2021.- La pandemia de Covid-19, no solo afecta la salud física de las personas contagiadas; la salud mental de las personas, enfermas o no, también se ha visto afectada severamente por las condiciones de aislamiento y distanciamiento sociales, que se manifiesta en una gran desconfianza, irritabilidad, ansiedad, depresión, frustración, desconcierto, enojo, y miedo al contagio, sostuvo el médico mexicano José Jaime Gutiérrez Farías.
La irritabilidad se presenta, porque se han tenido que modificar las pautas de conducta personales y grupales, obligados por la reclusión en casa, y la imposibilidad del contacto físico con las personas importantes para la persona, como la familia, los amigos y compañeros de trabajo, consideró el director de la empresa mexicana, Elud, Membresía de Salud.
Pero también porque muchas veces se considera que no todas las personas son corresponsables en el cuidado, pues hay quienes no cumplen con el uso obligatorio de cubre bocas, la sana distancia, y las medidas sanitarias tan simples como el lavado de manos.
Bajo esta perspectiva, nada prometedora, el especialista en enfermedades respiratorias agudas, aceptó que científicos y científicas de diversos países, ya estudian el impacto que produce en la masa y en el individuo, la tendencia generalizada a estigmatizar, percibir e interpretar de forma negativa a los demás, sobre todo a aquellas personas con comportamientos que no se ajustan a los protocolos; es decir, a quienes no cumplen con la distancia social, o que no usan cubre bocas. Esto, advirtió, ha permitido documentar que incluso llega a provocar conflictos y enfrentamientos, y una actitud generalizada de sospecha hacia las demás personas.
“Todo eso provoca enojo y frustración”, puntualizó el director de Elud.
También se genera mucha desconfianza por la información compartida en diferentes medios de comunicación, y en especial las redes sociales, lo que se traduce a su vez en otros comportamientos negativos como la ansiedad, que también puede afectar la salud.
Al final, dijo, todo se traduce en estados de ánimo anómalos, y efectos fisiológicos negativos en las personas, e incluso verdaderamente enfermizos, como la depresión, que pueden incluso afectar a todos los miembros de un colectivo, como la familia, un centro de trabajo, las relaciones interpersonales, e incluso la pareja sentimental.
Ahora mismo, también es necesario que como individuos y grupalmente, analicemos algunos de los factores que desencadenan estos síntomas –acentuados en las redes sociales-, como son el alarmismo ambiental, la política informativa, la propagación de rumores, las criticas destructivas, y la incapacidad de transmitir mensajes más positivos y esperanzadores, expresó.
Jaime Gutiérrez Farías afirmó que la Covid-19, -esta nueva enfermedad del siglo XXI, que nos ha advertido sobre la importancia de proteger y conservar los recursos naturales para mantener un equilibrio ecológico global-, también nos ha enseñado que hay que afrontar los riesgos y el tratamiento de la enfermedad viral misma y sus manifestaciones físicas, y que debemos estar alertas y atender todo lo que afecta la salud mental y estabilidad emocional de las personas.
El director de esta empresa mexicana de salud, especializada en atender a personas con Covid-19, reveló que también se ha reportado como una situación negativa en las personas y en su salud mental, la incertidumbre frente al futuro inmediato, la duración del confinamiento y de la pandemia misma, el exceso de información alarmista, y la carencia de información científica confiable.
Todo suma en negativo, dijo, al referir que clínicamente se han documentado ya, bajos niveles de concentración, embotamiento mental, cansancio físico, y un elevado nivel de estrés.
Y agregó: “Lo importante es entender que este agobio, impuesto por la necesidad de aplicar y respetar medidas sanitarias, será temporal, aunque por ahora son acciones necesarias, en tanto no bajen las tasas de contagio, y continúen las medidas gubernamentales”.
Dado que la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19, es ya también, un problema de salud mental, y una crisis de carácter social y sistémica, Jaime Gutiérrez aceptó que es indispensable integrar a los protocolos institucionales y privados de atención médica para enfermos, personas en recuperación, e incluso como medida preventiva, la terapia individual psicológica, y en grado extremo, psiquiátrica.
“¡Urge!”, apremió.