Por Esteban Salomón
Y Dígaselo a Alfonso ha venido creciendo y ganando adeptos entre quienes no han estado muy conformes con el accionar de Alfonso Martínez Alcázar, con el desempeño de su administración
Dice el dicho que nunca segundas partes fueron mejores –en alusión a que una primera fue aceptable-, pero eso no se cumple con Alfonso Martínez Alcázar porque ni fue bueno en su primera gestión como presidente municipal y, hasta el momento, su segunda etapa como tal, es peor.
En su primera administración recibió severos señalamientos por corrupción, moches e inflar los precios de las compras, las obras y las acciones que realizaba, y en su segunda, ya con más experiencia, disfraza y oculta mejor las irregularidades, y, en consecuencia, crece la opacidad.
Y hay acciones encadenadas entre su primera y segunda administración y un ejemplo es el puente de Servo de la Nación que se cayó por efecto de las lluvias. Ese puente se cayó este año porque en su primera administración hizo mal esa obra. Los baches que agobian a Morelia se incrementaron en su primera etapa alcalde y los heredó a su sucesor y ahora, en su segunda etapa, quiere corregir lo que mal hizo en su primera incursión como presidente municipal.
Para su segunda administración, el número de homicidios se ha incrementado, la inseguridad no cede y el comportamiento de la Policía Morelia deja mucho que desear y está más dedicada a recaudar ingresos a través de las infracciones que aplican hasta en fines de semana. Hay que allegarse recursos y lo hace a costa de automovilistas y motociclistas.
Hay que recordar que su gobierno, la segunda etapa, ya tiene señalamientos por la contratación de empresas fantasmas para servicios publicitarios o de comunicación.
Ahora está cacareando la instalación de una pista de hielo en la plaza Melchor Ocampo y el costo de la misma supera los dos millones de pesos, ¿en realidad es así o está inflando el gasto?
Así, pues, Dígaselo a Alfonso seguirá el mismo camino, recordándole a Alfonso Martínez Alcázar que su administración no brilla, que es opaca, oscura y con muchas dudas respecto a la honorabilidad. Si algo hace bien se le reconocerá, pero….sean felices, disfruten Navidad y año Nuevo en familia y nos leemos, Dios mediante, el 2023.