Por Esteban Salomón
Evitar el deterioro ambiental es un tema que corresponde a toda la sociedad, pero, sin duda, quienes tienen mayor responsabilidad en ese asunto son las autoridades municipales, estatales y federales, sin embargo, son las primeras que atentan en contra de los recursos naturales y en Morelia de ello puede dar cuenta Alfonso Martínez Alcázar.
Arturo Guzmán Abrego, que desde el Partido Encuentro Solidario (PES) está trabajando en la defensa de los recursos naturales, fue directo al hablar sobre los depredadores del medio ambiente, “descubrir a los corruptos, nosotros sí los descubrimos, nosotros sí los señalamos, les ponemos el dedo sin ningún temor”.
Y como sobre advertencia no hay engaño, señaló, como lo dijo, sin temor alguno que en Morelia Francisco Medina es uno de los principales destructores del medio ambiente, pues sigue construyendo donde no debe construir, avalado, claro, por el alcalde Alfonso Martínez alcázar y el propio gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
Las consecuencias de esa red de corrupción las sufre la zona sur de Morelia con los fraccionamientos que sigue construyendo Francisco Medina con el consenso, como ya lo dijo, de Alfonso Martínez Alcázar.
La urbanización indiscriminada destruye una zona evidentemente forestal y el crecimiento del pavimento evita la filtración de agua y, en consecuencia, las fuentes de abastecimiento del vital líquido para los habitantes de la capital michoacana.
Eso que está haciendo Francisco Medina se llama ecocidio, un ecocidio que lleva el visto bueno de Alfonso Martínez, pero quien también tiene intereses creados ahí es el secretario del Medio Ambiente, Alejandro Méndez, quien tiene, en el ejido de Jesús del Monte, un fraccionamiento de su propiedad, y ahora, tal parece, tiene también intereses en Altozano.
Por eso, como lo dijo Guzmán Abrego, hay que revisar los permios que se han estado otorgando para construir los fraccionamientos y se desnude la red de corrupción que está acabando con los recursos naturales de Morelia.
Desde la época de Cuauhtémoc Cárdenas se manejaba que Morelia no debería crecer hacía las zonas suroriente y oriente porque son áreas de impacto forestal, pero llegó Alfonso Martínez y los fraccionadores están atacando de manera dura esas regiones.
La ciudad está creciendo hacia donde no debería hacerlo, pero eso está ocurriendo gracias a la complicidad de las autoridades, así de simple.
Es evidente que Alfonso Martínez Alcázar está generando una red de corrupción con entes económica y políticamente poderosos para ir, primero, por la reelección, y, después, por la gubernatura, su gran ambición.
Es obvio que a Michoacán no le conviene, como gobernador, la Marabunta Alfonso Martínez Alcázar porque la riqueza natural que hoy tiene el estado sería reducida a hojarasca y cenizas.