Alfonso Martínez lucra, políticamente, con el dolor del Mercado Independencia
Por Esteban Salomón
Aunque se da por descontado que el incendio del Mercado Independencia fue accidental y no provocado, aún quedan secuelas que laceran a los oferentes afectados, principalmente en lo económico y la indiferencia y la voracidad política de las autoridades que, lamentablemente, aprovechan desgracias y penurias ajenas para llevar agua a su molino electoral.
El Fiscal Adrián López Solís detalló que los daños del incendio podrían estar alrededor de los 80 millones de pesos, de los cuales alrededor de 77 millones de pesos corresponden a la infraestructura de los locales y la estructura del estacionamiento, 2 millones 900 mil pesos por daños a los vehículos.
Puntualizó que se han recibido 26 querellas por daños a vehículos, así como una parte del ayuntamiento y otra por el responsable legal del establecimiento.
Y como era de esperarse Alfonso Martínez Alcázar, acompañado por su equipo de prensa, recorrió el lugar siniestrado, para tomarse la foto, el vídeo y aparentar, sólo aparentar, que está trabajando por la ciudadanía, aunque, en el fondo, esa desgracia es un punto más a su propósito electoral.
Ofrece, Martínez Alcázar, gestionarles un crédito en alguna institución bancaria, pero eso es ahondar su problema porque meterse con los bancos es adentrarse en un laberinto financiero del que solamente sale el banco –y con buenas, buenísimas ganancias- y el solicitante se pierde entre pasillos de cobranza, amenazas de embargo y otros artilugios de las instituciones bancarias.
Eso que les ofrece Martínez Alcázar no es una ayuda, les quiere entregar el lazo para que se ahorquen financieramente. No hay, pues, apoyo de Alfonso Martínez Alcázar, hay, para sus propósitos electorales, un espacio que está aprovechando y prueba de ello es la publicidad que paga en redes sociales.
López Solís indicó que las posibles causas del siniestro fue una falla en el centro de carga ubicada en la parte inferior del estacionamiento.
Eso no suena, para nada, descabellado, si se toma en cuenta que locatarios del Mercado Independencia habían mencionado a las autoridades municipales la existencia de un gran número de diablitos en el centro de carga y, sí, los demonios se soltaron y vino la tragedia.
Una tragedia de la que Alfonso Martínez Alcázar pretende colgarse para, siniestramente, apuntalar sus aspiraciones políticas, ensalzando su imagen a costa del dolor de los locatarios afectados por el incendio.