Morelia, como todas las ciudades importantes del país, tiene la enorme tarea de mejorar sustantivamente su movilidad. Pero para la capital michoacana es un problema de primer orden, derivado de la propia arquitectura de la Ciudad, que se construyó con callejones en lugar de calles y calles en lugar de avenidas.
Por la ciudad circulan a diario más de 300 mil vehículos, que a ciertas horas hacen muy difícil el tránsito y alargan el tiempo entre un punto y otro, en una ciudad que no guarda enormes kilómetros de distancia, como si sucede en Guadalajara, Puebla, Monterrey o Ciudad Juárez.
Morelia es una ciudad de medianía, pero su diseño es el que acaba complicando el tránsito. Si la arquitectura citadina es difícil para aligerarlo, todavía este se complica mucho ante una serie de factores que parecen no detenerse. Por un lado, está el mal servicio del transporte público, que es incómodo e irresponsable. Se detienen a bajar o subir personas, sin respetar las reglas de vialidad, haciéndolo en los semáforos, a la mitad de la cuadra y a medio carril. Son generalmente vehículos de mala calidad, viejos, ruidosos y contaminantes, además de su alto costo.
Por otro, está el creciente parque vehicular que parece no tener freno alguno y que ya supera los 640 mil vehículos. La última actualización del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) revela que en un periodo de 20 años la cantidad de automotores creció en casi un 200 por ciento en Morelia, generado por la falta de opciones de movilidad urbana en transporte público y la mejora de estos, razón por la cual los ciudadanos prefieren usar sus vehículos que montarse en el transporte público.
En las ciudades europeas, de los estados Unidos y Canadá las personas prefieren usar el transporte público o la bicicleta para trasladarse a sus centros de trabajo; incluso los funcionarios y empresarios de estas ciudades lo hacen cotidianamente. Este fenómeno ocurre porque cuentan con un transporte y una vialidad de calidad, que les facilita dejar su vehículo en casa y optar por el transporte público.
Incluso en México, los gobiernos de las ciudades importantes han iniciado cirugías importantes a la vialidad y el transporte, acompañadas por innovaciones que han venido a mejorar la movilidad de personas y mercancías y hasta han logrado mejorar su embellecimiento. Ciudades como Guadalajara, Monterrey, Aguascalientes, Mérida, la CDMX, Colima, Celaya, San Luis Potosí, Tepic, etc, ya presentan un cambio en su fisonomía, gracias a la atención a la vialidad y el mejoramiento del transporte, aumentado las alternativas para las personas en su diario ir y venir.
Anunciada ya la generación de nuevas alternativas para Morelia, como lo son el Teleférico y el Metrobús y la renovación de las unidades del transporte público, podría estarse iniciando la atención a fondo de una necesidad urgente de los y las morelianas que favorecerá al transporte y la vialidad.
Pero no es suficiente. Falta que se acompañen estas decisiones ya anunciadas apenas, con un sistemático aprendizaje ciudadano y, sobre todo, para los conductores del transporte público sobre las reglas básicas de conducirse en la Ciudad. La educación vial debe volver, atenderse y aplicarse, tanto en los ciudadanos como en los conductores del transporte público y los agentes de tránsito, que la verdad, lo necesitan y mucho.
También debe se debe hacer lo necesario para mejorar el estado lamentable de las calles y avenidas para hacerlas más transitables. A esta idea quiero sumar el clamor de las morelianas y morelianos de sacar al tren de la ciudad, lo que aligeraría en la zona poniente el flujo vehicular durante el día. Si el tren abandonara Morelia y se situará en las afueras, la vía quedaría libre y permitiría poner el servicio de un tren suburbano de pasajeros desde Tiripetío hasta la zona de hospitales, al otro lado de la ciudad, aliviando enormemente las molestias que el tren ocasiona y mejorando tanto en lo económico, como en materia de movilidad urbana el problema de la Ciudad.
Muchas cosas hay que hacer. Es una tarea de todos, pero corresponde a las autoridades municipales poner el acento en lo que está oportunidad está generando. Espero que no sea solamente una cuestión de relumbrón y si vaya a atender el grave problema de la movilidad urbana en esta ciudad tan hermosa y señorial.