Por Lucio Izquierdo
La relación de Julieta López Bautista, coordinadora de Comunicación Social del gobierno de Silvano Aureoles Conejo, con algunos medios de comunicación críticos no ha sido, de ninguna manera, tersa, al contrario, ha sido espinosa.
Las discrepancias ocurrieron prácticamente desde el inicio del gobierno silvanista y se fueron agudizando a medida que fue creciendo la administración por la falta de pago a los medios de comunicación por los convenios de publicidad.
Lo tenso de esa relación, López Bautista lo cortó por lo más sano, para ella, y sin establecer criterio alguno eliminó esos acuerdos publicitarios.
Recientemente Julieta López Bautista escribió en su cuenta de twitter. “Ante la falta de criterio, algunos medios caen en la trampa del distractor y ponen en la agenda mediática la hora en que inician gobernadores su jornada; les es más relevante que ir al análisis de fondo del problema: las dramáticas estadísticas de la violencia y la economía”.Y de esta manera se convierte en la gran inquisidora y condena a los medios que no publican lo que a ella le interesa.
Julieta está en su derecho de ejercer, valga la redundancia, su derecho a la libertad de expresión, pero por qué se lo coarta a otros y los acusa de ‘falta de criterio’. Nadie tiene la verdad absoluta y menos ella que está ligada a un gobierno que no se distingue precisamente por su transparencia en la rendición de cuentas, su honestidad.
Y para muestra un botón, el responsable de Finanzas, Carlos Maldonado Mendoza, se jinetea vilmente el dinero de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (STASPE) que tienen crédito con alguna financiera con descuento vía nómina.
Resulta que este pillo, no se le puede llamar de otra manera, al paso que va se va a convertir en el Al Capone michoacano, puntualmente, cada quincena, le descuenta a los trabajadores el monto que se debe pagar a las financieras, pero estas, desde hace meses, no reciben ese dinero.
Aquí Carlos Maldonado Mendoza no puede argumentar que no tiene dinero –como hace con los proveedores a los que adeuda- para entregárselo a las financieras porque lo tiene en su poder.
¿En qué o para qué está utilizando ese dinero Carlos Maldonado Mendoza, por qué no les paga a las financieras si ya se lo descontó a los trabajadores?
Y de esta deshonestidad no dice nada Julieta, la inquisidora de medios de comunicación.
Espero que esta reflexión, o critica si así lo quiere ver, no le afecte y si es así que haga lo que su patrón Silvano Aureoles Conejo hace con las encuestas, que vaya a San Nicolás Obispo y compre un molcajete para preparase una salsa y las críticas se las coma en tacos.