Por Lucio Izquierdo
Hay quienes la entienden la frase Cuarta Transformación (4T) del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y lo aplican a su persona en un sentido opuesto, pues adoptan una actitud de soberbia y altanería que los lleva a sentirse príncipes a los que ningún plebeyo se les puede acercar y uno de ellos es Carlos Torres Piña, el actual secretario de Gobierno.
Torres Piña, en su carrera política, no ha gozado del reconocimiento de ser un tipo humilde y, al contrario, se le ha identificado como un tipo soberbio y prepotente por sentirse un ente superior, la alteza a la que nadie osa contravenir so pena de sufrir el arrebato de altanería del Secretario de Gobierno de la administración morenista.
Es Carlos Torres Piña un príncipe de cuarta…, la cuarta transformación llegó a su ser y cuadruplicó su soberbia.
Torres Piña no debe olvidar que es un vasallo de la ciudadanía a la que se debe y no tiene por qué sentirse un príncipe; es, solamente, un trabajador al servicio de la sociedad que es, finalmente, la que le pagará su nada austero salario.
Tal vez la cercanía que Torres Piña tuvo con el ex gobernador Silvano Aureoles Conejo lo impregnó de esa soberbia y arrogancia que caracterizó a Silvano. Y, ojalá, que de Ramírez Bedolla aprenda a ser humilde.
Un céntrico café de la capital michoacana fue el escenario de un encuentro que promete buenas cosas para Morelia. Alfredo Ramírez Bedolla, el gobernador de Michoacán, y Alfonso Martínez Alcázar, el presidente del municipio de Morelia, demostraron humildad y el deseo de caminar juntos para mejorar las condiciones de una ciudad vapuleada por la inseguridad y el desastre vial.
Sobre todo Ramírez Bedolla demostró que le interesa estar cerca de la gente y no desplegó el ostentoso aparato de seguridad que actúa como un escudo que separa al gobernante de los gobernados. Esa fue una práctica común de ex gobernadores que los aislaba de la ciudadanía. Bien por Ramírez Bedolla.
El encuentro Ramírez Bedolla-Martínez Alcázar corroboró que ya quedaron atrás los orígenes partidistas y que ahora los une el interés común de atender y, en lo posible, resolver las demandas de los habitantes de Morelia.
En el Congreso local está en puerta la designación del coordinador o coordinadora de Comunicación Social y hay un nombre que suena y es bien visto por la mayoría de los reporteros. Es Martha Ochoa, una fémina que conoce las entrañas de la comunicación y la información en el Poder Legislativo michoacano.
Martha Ochoa llevas años, muchos años trabajando en el Congreso y ha demostrado capacidad, profesionalismo y tacto para atender a los reporteros que han requerido información.
Hace tiempo, mucho tiempo ya que no hay una mujer en ese cargo –si la memoria no falla, creo que la última fue Miriam Salmerón Covarrubias- y ya es justo que esté ahí una representante del sector femenino. Los responsables de la designación de quién ocupará ese cargo no se tienen que desplazar mucho, está ahí, es una mujer capaz, responsable y profesional. Su nombre Martha Ochoa.