Morelia Michoacán a 12 de marzo de 2019.- Para generar condiciones de equidad plena entre mujeres y hombres en Michoacán es necesario que la Constitución Política del Estado establezca tácitamente la igualdad entre ambos, recalcó el diputado Norberto Antonio Martínez Soto, integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en el Congreso del Estado.
Por lo anterior, resaltó que trabaja en una iniciativa de reforma a la Constitución local, con la que propondrá incorporar un primer párrafo en el que se establezca que el hombre y la mujer son iguales ante la ley, y que toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos.
Tony Martínez Soto señaló que la incorporación de la igualdad y la decisión sobre el número de hijos, son derechos que se asocian íntimamente con los principios de equidad de género, y con el ejercicio de la sexualidad satisfactoria de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
“La finalidad es dar certeza jurídica a las mujeres y hombres en lo relativo a la equidad de género y respecto al derecho que tienen a decidir el número de hijos que desean tener, por lo que se hace necesario reformar el máximo ordenamiento estatal; considerando que son derechos humanos consagrados en nuestra Carta Magna, previstos en el artículo 4o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
Refirió que Michoacán se encuentra con índices elevados de violencia contra la mujer en el ámbito familiar comparativamente con otros estados, esto conforme a los datos del Atlas de Género publicado por el INEGI.
“Al tener como base la igualdad de género protegemos constitucionalmente la equidad entre el hombre y la mujer, ya que en la actualidad se vive un ambiente en el que las mujeres regularmente se ven desfavorecidas y violentadas”, apuntó.
Finalmente Tony Martínez Soto dijo que por lo anterior presentará una iniciativa de reforma constitucional, con la finalidad de que se fortalezca una cultura de responsabilidad, para que las personas sean sujetos responsables de su capacidad reproductiva y fecundidad, decidiendo libre e informadamente del número y espaciamiento de los hijos deseados.