Pánfilo Naranjo
La decisión de Marco Polo Aguirre Chávez de renunciar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) cimbró a ese instituto de tal manera que hasta la posibilidad de presidir la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Congreso se le escapó al tricolor.
Sin medir las consecuencias y en una más de sus arrebatadas declaraciones, el dirigente estatal del tricolor, Guillermo Valencia Reyes –quien le debe ese cargo a la imposición de Alejandro Moreno Cárdenas-, acusó a Aguirre Chávez de ser el operador político de Alfredo Ramírez Bedolla en el Legislativo.
Eso dice Memo Valencia, pero Aguirre Chávez revisó y acusó a los dirigentes nacional y estatal de querer imponer a los legisladores sus líneas y empieza la cacería en contra de quienes no acceden a los caprichos de las cúpulas del tricolor…, y eso lo vivió Aguirre Chávez.
Finalmente, ante tanta saña mediática, Aguirre Chávez optó por renunciar al PRI y esa salida cimbró al tricolor, lo debilitó y esa fragilidad priista se acentuó en todo su alcance en el Congreso del estado: la bancada adelgazó y la Jucopo se alejó.
Fue el propio Memo Valencia en sus arrebatos, muy frecuentes, quien abrió la puerta para la salida de Aguirre Chávez, pero también le dio el portazo al PRI para cerrarle el paso a la Jucopo. Hoy, en el Congreso, el PRI está a punto de ser uno más da la chiquillada.
La incompetencia de Memo Valencia ya se había presentado unos días antes en el proceso para elegir al dirigente municipal del PRI en Morelia. En ese proceso el PRI salió, políticamente, lesionado y fracturado, bueno, concretamente el equipo de Memo Valencia que no da color como dirigente estatal del tricolor; bueno, sí tiene color, el gris de la ineptitud.
Y si Alejandro Moreno Cárdenas impuso a Memo Valencia, éste aprendió bien la elección y colocó, por lo suyos, a Olivio López Mújica, en perjuicio de ramón Cano Vega. A ese proceso lo definió muy bien Daniela de los Santos Torres al calificarlo como una “simulación” y designación por “dedazo”.
¿El vaticinio? Mientras Memo Valencia siga al frente del PRI no se descartan las desbandadas de militantes y eso, cuando menos en Michoacán, le daría fuerza al PAN para imponer candidatos aliancistas en el 2024.