En medio de un clima hostil y de abierta intolerancia política promovido desde la presidencia municipal, el alcalde de Charo, Gabriel Molinero, permitió que el Primer Informe de Gobierno se convirtiera en un espectáculo de gritos y abucheos contra el regidor de oposición Eloy Arreola Yépez, quien, lejos de entrar en confrontaciones, expuso un mensaje de unidad y reconocimiento al trabajo de gobiernos anteriores.
Arreola, que habló en representación de los tres regidores de oposición, planteó propuestas concretas para atender temas prioritarios como la seguridad y el desarrollo económico, pero fue interrumpido en varias ocasiones sin que Molinero hiciera el menor esfuerzo por garantizar el respeto a su participación.
El regidor agradeció a las casi ocho mil personas que confiaron en él, reconoció la labor de los trabajadores del Ayuntamiento y destacó obras heredadas como el tanque y pozo de agua elevado de Zurumbeneo, el depósito de agua de Jaripeo y la Casa del Adulto Mayor, recordando que “las transformaciones no empiezan de cero”.
También desmintió las acusaciones de saqueo en la construcción de la nueva Comandancia de Policía, advirtiendo que se trata de un proyecto financiado mayoritariamente por el Gobierno del Estado mediante FORTAPAZ, por lo que acusar de robo en este caso es “atacar directamente al Gobierno Estatal”.
Aun con las interrupciones, Arreola anunció que presentará tres Puntos de Acuerdo: mejorar salarios de empleados municipales, reforzar la seguridad y detonar el desarrollo económico de Charo. Llamó a erradicar el favoritismo político y dejar de gobernar con colores partidistas.
Su participación concluyó con aplausos y rechiflas, reflejando un municipio polarizado. Sin embargo, el mensaje fue contundente: el progreso de Charo no depende de un solo hombre, y mucho menos de un gobierno que utiliza los informes como tribuna para confrontar y callar voces críticas.
