Escribe: Javier Lozano
El pueblo de Michoacán ya decidió. Fue sabio, se inclinó siempre por la propuesta progresista.
Por ello, muchos muestran las emociones al límite.
Eso lo produjo su pasado que no han podido esconder.
¿Cómo se dio?
La podredumbre ideológica que padeció el PRD a principios del sexenio de Enrique Peña Nieto cuando se cargó a la derecha, desbarató por completo a sus estructuras.
A ello, le podemos sumar la lucha encarnizada que provocó la pugna de tribus y grupos internos que, durante años, fueron desmoronando poco a poco al Sol Azteca— hasta desintegrarlo.
Por ello, tuvieron que echar andar nuevamente la conformación de un esquema de supervivencia y refugiarse en las estructuras de Morena pensando que, la polarización, sería la nueva plataforma de chantaje para un grupo de ex perredistas que buscan imponer a rajatabla sus objetivos para obtener dividendos. Eso se acabó en el Lopezobradorismo.
Recordé la misma embestida política en la que han pretendido asediar al presidente López Obrador, tejiendo una serie de acciones golpistas donde en lo más mínimo dudan en convocar a la sociedad mexicana a sabiendas que el inmenso poder de convocatoria está de lado de la legitimidad que abraza Andrés Manuel.
En esa premisa, hay una semejanza donde la balanza se inclinó desde hace más de 13 meses en favor de Cristóbal Arias Solís en Michoacán.
Favorito
Con todas esas condiciones a su favor, quieren sacar dividendos y frustrar lo que inminentemente ya está matemáticamente definido: Cristóbal Arias será el candidato de morena.
A estas alturas, es dificilísimo, es más, es improbable revertir la monumental ventaja que posee en los más de 40 estudios de opinión; por ello, hacen hasta lo imposible para atacar.
No lo han logrado, ni mucho menos ha canalizado un eco en la sociedad.
Ahora, los que abundan en ese tema y solicitan transparencia en el método de selección del candidato en Michoacán, son aquellos arquitectos de la debacle del perredismo.
Aprendieron estrategias irracionales y ahora pretenden ponerlas en práctica en Morena.
Además, de tomar la ruta equivocada, no tardarán en ganarse el repudio de los militantes y simpatizantes de Regeneración Nacional que rechazan a toda costa el viejo legado clientelar que sepultó al Sol Azteca.
Solamente hay que recordarles que, el presidente y Mario Delgado, han hecho énfasis en ese tema una y otra vez.
Si no se sujetan a las reglas, no tienen cabida en una expresión como Morena; así de sencillo.
El Lopezobradorismo no quiere grupos de choque ni tribus que pretenden someter la vida institucional de un partido donde decide el pueblo.
Se terminó el compadrazgo y el nepotismo.
De un momento a otro oficializan a Cristóbal Arias Solís en la capital del país con delegado de la 4T para la defensa del voto en Michoacán.
Ese hecho es tan sólido, que sus mismos detractores lo anticipan.
Por ello inventan y fabrican intentos de manipulación, pero ¿imposición?, ¿en qué momento? Si todos los sondeos coinciden en lo mismo.
Más bien no aceptan la realidad en donde el pueblo ha decidido; eso es.
Puede notarse en la intransigencia que demuestran ante la sociedad; se traduce en su narrativa que, más bien, es el guión obsoleto de un perredismo que fue acechado por sus malos hábitos y costumbres del chantaje.
Cristóbal Arias Solís será el candidato de Morena. No habrá marcha atrás.