*Morelia, Michoacán a 11 de julio del 2022.-* Sin la contratación de nueva deuda estatal, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla informó que la propuesta de refinanciar o reestructurar la deuda pública del estado, entregada al Congreso local, será para garantizar la solvencia financiera y evitar posibles crisis al cierre del 2022 y en próximos años.
En conferencia de prensa, el mandatario explicó que esta es la primera vez que una reestructura no trae consigo la contratación de nueva deuda, ya que el propósito es obtener mejores condiciones de pago de los créditos bancarios contratados durante administraciones pasadas, y que en conjunto suman 19 mil 500 millones de pesos.
Añadió que, de no tomarse esta medida en Michoacán, se presentarán dificultades económicas para cerrar este año, “y queremos salvaguardar las finanzas del estado y evitar contingencias difíciles que vienen proyectadas en la economía mundial”, dijo.
Al respecto, el subsecretario de Egresos del estado, Rodrigo Cid de la Torre, detalló que el plazo remanente que actualmente tienen 15 créditos de la deuda es de aproximadamente 14 años, con un pago mensual de 194 millones de pesos que bajaría a 150 millones de pesos con la reestructura.
“El objetivo de este plan es suavizar el perfil de amortizaciones de acuerdo a las posibilidades presupuestales del estado y ampliar ese plazo de vencimiento que es de 13.8 años, a cerca de 22 años, esto va a generar disminución en el pago mensual”, indicó.
Agregó que la presión sobre las finanzas estatales aumentó después de que la administración anterior contrató nueva deuda por 4 mil 90 millones de pesos, y no pago ni un sólo peso de capital, “porque fue contratada con 12 meses de gracia y esta carga financiera la tendrá que absorber el gobierno actual”.
Entre las ventajas de realizar esta operación señaló que habrá ahorros de 540 millones de pesos anuales, por lo que en un periodo de cinco años disminuirá el gasto en servicio de deuda por cerca de 2 mil 700 millones de pesos.
Finalmente, puntualizó que actualmente la reestructura y/o el refinanciamiento de la deuda, representa una ventana de oportunidad ante los potenciales anuncios de incremento en la tasa de interés en el futuro cercano y son una práctica frecuente utilizada por los gobiernos nacionales y estatales para mejorar las condiciones de liquidez.