Morelia, Michoacán, a 29 de julio de 2019.- El servicio social que brindan pasantes de medicina, enfermería, y estomatología, entre otras, es el periodo formativo que permite la vinculación de la clínica con la práctica de la salud pública, a fin de proporcionar al futuro profesional, la oportunidad de aplicar los conocimientos adquiridos y desarrollar competencias para un ejercicio profesional ético, integral y de calidad.
Durante esta semana y en coordinación estrecha con las diferentes instituciones educativas de nivel superior, la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM), llevará a cabo los procesos necesarios que permitan realizar los ajustes en la distribución de campos clínicos considerando el número de becas autorizadas por el Gobierno de la República.
Lo anterior, debido a que la SSM recibió la notificación por parte de la Federación, del ajuste en la distribución total de las becas disponibles para servicio social, en el marco de la política de austeridad presupuestaria impulsada a nivel federal, y derivado del resultado del análisis del presupuesto asignado al Programa Presupuestario E010 Formación de Recursos Humanos Especializados para la Salud.
Es importante resaltar que la programación de las plazas disponibles para brindar el servicio social considera, entre otros puntos, el presupuesto disponible para el pago de becas para los pasantes, por lo que la SSM establecerá las estrategias necesarias que permitan garantizar que todos los pasantes cuenten con campo clínico para brindar su Servicio Social y estén en condiciones de iniciarlo en agosto de 2019.
Estas acciones, además de favorecer que los pasantes logren cumplir con este requisito para que en un futuro próximo puedan obtener su título o grado académico, les permitirán retribuir a la sociedad michoacana, en forma de acción social, lo que recibieron durante su formación como profesionales de la salud.
De acuerdo a la Ley General de Salud, todos los pasantes de las profesiones para la salud y sus ramas deben prestar el servicio social, lo que es una responsabilidad compartida entre las instituciones de educación superior y los servicios estatales de salud, ya que principalmente las unidades de primer nivel de atención, como son los centros de salud rurales y urbanos, fungen como sede del servicio social.