El día de ayer, en sesión extraordinaria de esta Septuagésima Cuarta Legislatura, sucedieron acontecimientos lamentables que pretenden empañar la honorabilidad del Congreso del Estado, situación que no podemos y no debemos permitir; hechos que lamento mucho y que desde este primer momento convoco e invito a mis compañeras y compañeros diputados a que sea a través de la vía del diálogo y el respeto a la ley como podamos transitar en el quehacer legislativo en beneficio de las y los michoacanos.
Lo sucedido el día de ayer se traduce en una violación clara a la garantía de seguridad jurídica consagrada en el artículo 16 constitucional; a todas luces se evidenció que el procedimiento legislativo dio cuenta de inexactitudes, que redundan en la falta de claridad de lo acontecido en la sesión en cuestión.
Por lo cual, en apego a la observancia debemos ser garantes de los principios de legalidad y debido proceso reconocidos por nuestra carta magna, lo que provoca la invalidez de la votación emitida de manera irregular.
En mi carácter de presidente de la Mesa Directiva, debo de tomar las medidas mínimas necesarias para que nuestro órgano parlamentario transite, lo que me obliga ante la existencia de inconsistencias durante la votación, y en aras de dar certeza al procedimiento legislativo, a tomar las medidas dejando constancia documentada puntual; así como la secuencia de hechos; pues de no hacerlo de esta manera se actualizaría una irregularidad trascendental al permitir o intentar validar vicios propios en el procedimiento legislativo, en demerito del respeto a los principios democráticos consagrados por la propia ley suprema.
Por ello, con fundamento en el artículo 33 fracción IV y en virtud del resultado obtenido en la segunda ronda de votación para la elección del ombudsperson de Michoacán, en mi calidad de presidente de la Mesa Directiva, declaré un receso a efecto de revisar lo conducente, toda vez que el cargo que ostento exige la máxima transparencia.
Debemos mandar un mensaje a la sociedad michoacana de respeto irrestricto a la ley, considerando que esta soberanía está obligada a garantizar la certeza legal en cada procedimiento; a pesar de la falta de la norma expresa o del procedimiento previsto en la ley.
Es y será mi compromiso velar por la armonía, el encuentro de ideas entre las y los diputados que integramos la Septuagésima cuarta legislatura, a quienes desde este momento les hago un respetuoso llamado, para que de manera conjunta y apegados a la legalidad, respondamos a las exigencias de una sociedad que requiere tener un Congreso transparente y con representantes que velen por el interés general y no por los de grupos o facciones.